febrero 18, 2013

Solo historia

Historias mas... historias menos.... sabremos cuando terminan o cuando arrancan... y sabremos contarlas o no... pero es decisivo que le demos la importancia que merecen... son solo historias... cambian se modifican... se mejoran... y sobre todo si mejoran nos mejoran... y las contamos o no... pero las vivimos y las sentimos... y todo eso con solo historias!


octubre 01, 2010

pErSoNaJeS.... sEcUndArIoS


Hay días en que todo parece que va a salir bien, las mentiras de ayer no sólo parecieran simples oasis en el medio de nuestra imaginación, sino que parecen ser ajenas melodías para destinatarios lejanos. Simplemente nos dejamos llevar por los nuevos sucesos y caemos en un profundo y peligroso engaño. Todo sigue siendo como antes. Todo sigue siendo una mentira. Pero entonces, ¿qué nos hace ver las cosas de esa manera? ¿Qué hace creer que podemos dejar atrás esas circunstancias y seguir caminando hacia una vida sincera y real? Quizá la magia esté en la esperanza. Quizá ella sea la culpable de abrir puertas a la convicción de que la gente pueda cambiar, que pueda mejorar, que deja de lastimar. Quizá estemos buscando una razón para sentirnos más dueños de una vida que en realidad le pertenece a otros. A veces nos toca aceptar la condición de tener papeles secundarios en algunas historias. Entonces las esperanzas se tornaran más espesas. Pero habrá que redireccionarlas hacia un nuevo horizonte. La historia cambiará, los personajes se volverán extras de nuestra verdadera historia. Las mentiras aparecerán gritando el error que promulgan y ahí veremos cuáles son los auténticos sentimientos que oculta tan confusa solemnidad de novela. Y sólo allí, inmersos en un remolino aventurero, podremos saltar hacia la inmensidad y descubrir el sentido de nuestra vida, aquella misión por la que luchar en los días lluviosos, la verdadera moraleja de la historia.

junio 25, 2010

hIsToRIa De UnA eStReLlA



Cómo decir cuánto te admiraba, cuánto te esperaba. En el momento en que apareciste mis ojos brillaron con tu luz casi como un reflejo de tu esencia, así como una criatura se sorprende con un regalo sorpresa, así quedé obnubilada por tu belleza. Quería ser testigo de tu vida, no quería dejar de contemplarte. Deseaba conocer el motor de tu energía. Tu futuro inminente solo estaría en mi memoria.
Tu vida nació aquella noche despejada, silenciosa, abierta. Esa noche en que yo solo quería encerrarme en mi para encontrar aquella respuesta que guiaría mi vida. Y así fue que emprendiste tu viaje. Serías mi guía, serías aquello que me recordaría que Dios es más grande que cualquier duda, que cualquier proyecto, que cualquier camino. El es mi principio y mi fin, y tu misión en tu fugaz, pero intensa vida, no era otra que recordarme aquello.
Y así esa luz incandescente se apagó para nunca más volver a brillar, la misión ya consumada, la vida ya vivida, y la muerte aparecía.

abril 27, 2010

rEaL fAnTaSíA

Cuanto más asomo al mundo, más quisiera desaparecer de él. Esto sólo pasa cuando no estás haciendo lo correcto, o cuando te das cuenta que no te gusta tanto tu vida y te empieza a dar vueltas una idea, algo que parece que utópicamente pueda llegar a pasar. Un vislumbre de un futuro mejor, una canción que se hace realidad, un faro que enciende su luz intermitente y que no la apaga para guiar a personas que están en tierra y necesitan seguir un camino. Es ahí cuando se agrieta el célebre pero fastidioso mundo. Bajo él aparece una destello, en un recóndito lugar de nuestra mente que proyecta nuestra imaginación como si fuera un espejo del fondo del océano. Y nuestra ilusión crece, hace afanosa su lucha por crecer y demostrar su capacidad de realidad. Nuestro corazón lucha por plasmar en algún plano de nuestro mundo esa fantasía que ronda nuestra alma. Aquello que deseamos con todo nuestro ser empieza a cobrar vida. Nos transforma de una forma absoluta y todo lo que conocíamos parece no tener sentido, y empezamos a movernos y a vivir como si ese delirio fuera lo único existente desde el principio del mundo. Y es ahí donde el mundo se convierte en un remolino de sucesos, que nadie entiende, que tampoco reconocemos nosotros como algo propio. Pero nos detenemos un momento y vemos que un cambio se aproxima, y es ahí cuando podemos juzgar si algo de nuestra ilusa utopía traspasó las puertas de la ficción superando la realidad.
Por eso la gente dice que el poder de los sueños es grandioso. Si deseamos algo con todas nuestras fuerzas lo conseguiremos tarde o temprano.
Ahora bien, cada vez que sintamos que queremos desaparecer del mundo, empecemos a soñar, seamos utópicos soñadores de futuros inexistentes y animémonos a mejorar nuestra realidad.

marzo 30, 2010

pEqUeÑo DeSeO


Hoy quise por primera vez ser madre. Sentí una extraña sensación de vacío y la profunda necesidad de abrazar en mi vientre a un niño por venir. Un fuego quemó mi corazón con unas ganas incontrolables de levantarme en las noches por el agudo y desesperado llanto de un pequeño pidiendo amor y cariño.

Sólo entonces me puse a pensar en la necesidad del amor desde todas las perspectivas. Quizás uno pueda entregarse y recibir amor de esa persona especial sólo cuando se ha aprendido que lo mejor es lo único que no hay que guardar. Recién cuando ya logramos esto, podemos pensar en tener un hijo. Para así realmente valorar, amar y recibir con alegría a esa pequeña personita que llega al mundo para abalanzarse con todo su esplendor sobre el hogar y llenarlo con su luz. Bien, todos sabemos, por las circunstancias de la vida, que no todas las criaturas irrumpen en nuestra vida fruto del amor de sus padres. Pero sin duda es amado por el simple hecho de ser. Ser él quien quizá apacigüe una pelea, llene de paz el corazón y el alma de la madre, o del padre, o de ambos, sea él quien olvide los prejuicios de la vida con una serena sonrisa, sea él quien acerque a ese familiar lejano. Y tal vez no sea su madre, ni su padre, ni pariente propio, pero siempre va a haber alguien que lo ame. Sí, porque por feas que sean las circunstancias ese regalo precioso de la Vida será amado como el que llega mediante su incansable búsqueda.

Quiero ser madre. Quiero decirle SI a la vida siendo la mensajera del amor, motor de vida y de todo, trayendo más vida al mundo, amando y queriendo ser amada, siendo maestra de vida y amor, quiero amar la sencillez de la cotidianeidad. ¿Pero cómo lo logro? Si, todavía falta que encuentre el amor, el amor que te toca la célula más pequeña de tu cuerpo. Pero mientras tanto seguiré soñando cómo va a ser ese bebé que me hará tan infinitamente feliz.

febrero 05, 2010

amor, ADIOS



Hace un tiempo pasé por esto.... quiero compartirlo ahora que mi corazón renació con una nueva esperanza!!




Y sí, mis sentimientos hacia vos son tan fuertes que mi razón no pudo callarlos, cuando con tus ojos me volviste a buscar, los míos recordaron con nostalgia aquellas miradas tan especiales y que despertaron en mí un amor imposible de esconder, imposible de disimular y de censurar. Y también volví, y te busqué, creyendo y haciéndote creer que entendía y que aceptaba tu juego, ese juego cruel del “no amor”.
Así comenzó una historia más, una de esas que lastiman, hieren y que hacen pretender una felicidad difusa y pasajera. Una felicidad que sólo uno de los dos protagonistas puede llegar a sentir en lo más profundo de su corazón, quizá al otro también se le presente la oportunidad de acercarse a esa sensación, pero solo es una breve aproximación a algo verdadero, concreto y perdurable. 
Así comencé a engañarme, creyendo que, tal vez, te animarías a intentar ser feliz, que tu alma quería dejar de sufrir las frustraciones de amores anteriores y que te entregarías y aceptarías todo lo que tenía para darte. Pero no fue así, y sólo me sirvió para sentirme una niña más, engañada y desorientada por causa de un hombre al que poco le importaban mis sentimientos, al que tampoco le importó el esfuerzo enorme que ella realizaba para mantener una amistad con ese al que en realidad amaba sin remedio. 
Y ahora, sólo ahora me doy cuenta que no debimos desbordarnos en esa ilusión que provocan nuestras miradas, que nos debíamos prudencia y respeto a esa amistad que, aún bloqueando mis sueños, queríamos arraigar y fortalecer, y sólo la perjudicamos destruyéndola sin vuelta atrás.
Mi eterno amigo te digo adiós, ya hasta tu amistad hirió mi alma. Ya nos confundimos demasiado y solamente conseguimos ahogar la menor pizca de dulzura que podía quedar viva en nosotros.
Pero este adiós solo significa un pedido de paz para nosotros, aunque te cierre las puertas de mi corazón, en él permanecerá intacta esa huella que dejó tu paso. Dicen que el amor no pasará jamás. También lo creo así, pero es sólo el amor verdadero el que perdura para siempre. Sé que es cuestión de tiempo hasta que aparezca alguien que comience a borrar de mi corazón ese sentimiento que me destroza, y lo renueve en algo eternamente hermoso.
Te quise hasta amarte, te amé demasiado, pero no queda otra cosa que decir ADIOS.

enero 24, 2010

¿A qué jugamos?


El tiempo en nuestra vida es algo esencial, siempre decimos que necesitamos más tiempo, que la vida es corta, que el tiempo es dinero. Y entonces algunos proclaman conocer la manera más eficaz de administrar el tiempo. Algunos compran agendas, otros complementan a esa agenda una persona-alarma, la cual dice en todo momento las próximas actividades a realizar. Y así, la gente sale día a día a cumplir sus horarios, casi inconcientemente. Pero claro, esas actividades generalmente se olvidan de nuestra familia, de nuestros amigos, de nuestra salud. Llenamos la agenda de eventos relacionados al trabajo, a reuniones sociales sin importancia, y toda clase de proyectos que sólo sirven para mejorar profesionalmente. 
 Entonces ocurre, sin previo aviso y sin una cita fijada, que lo importante empieza a recordarnos, como una secretaria atenta a nuestra agenda, que le quitamos todo el tiempo posible. La familia comienza a surcar senderos no tan firmes, los amigos continúan una vida sumida en sus preocupaciones y prioridades, y la salud recuerda que no fue tema de conversación en ninguna reunión de trabajo con el jefe. Y ahí estamos, con un trabajo sensacional, al que poco a poco le tendremos que restar tiempo de la agenda para poder ocuparnos de la salud, que también sin aviso previo, requiere atención especializada y hasta a veces una estadía en un hospital 5 estrellas. Bueno, sin lugar a dudas, la lista de actividades subsiguientes puede ser interminable, sin contar los momentos con familiares y amigos que completan el calendario anual. 
 Por un momento interrumpí mi vida, borré algunos horarios y dispuse de unos minutos sólo conmigo, y salí afuera de la ciudad. Tomé el camino por la ruta menos transitada, y a unos kilómetros de distancia, me desvié y detuve el auto. Y así me senté al lado del camino, e intenté no pensar en nada, al principio me costó, pero lo logré. Unos instantes después surgen las primeras imágenes. Es de una pareja adulta, junto con 5 personas más jóvenes, sentados en el living de una casa y jugando a las cartas mientras en la habitación contigua, un grupo de chicos juega al karaoke. Sí, definitivamente soy yo, mi esposo y mis hijos. Los chicos cantando, mis nietos. La imagen es muy clara. Mis pensamientos me transportaron al lugar que quiero ocupar en un futuro lejano. Y luego sigue la cadena de preguntas que deviene a esta imagen.  
Por qué llegué a esta situación de agenda ocupada. Cuáles son mis prioridades en la vida. Qué estoy haciendo para lograr aquello que me propongo. Miré otra vez la imagen y me di cuenta que en ella no aparecían ni jefes, ni agenda, ni reuniones. Entonces atisbé el primer rayito de claridad. Miré el grupo de adultos jugando y comprendí que eso era lo que tenía que hacer. No recordaba con exactitud la última vez que, con mis hermanos, primos o amigos había jugado o reído. Allí estaba la respuesta. El equilibrio. Debía encontrar ese equilibrio en mi vida. Trabajar menos, jugar más. Volví emocionada por lo que había logrado. Ahora tenía que ponerme a trabajar en ello, es decir, a jugar en ello. Unos días después de ese viaje reorganicé mi agenda, prioricé las actividades que involucraban a familia y amigos, y ajusté los horarios de trabajo.  
Ahora sí, ya en casa, miro fijo a mis hermanos, sonrío, y les pregunto, ¿a qué jugamos?